Resaca
No, no es esa resaca a la que me refiero. También se puede, y se debe, pisar la Feria sin tener que lamentar rebajas cognitivas al día siguiente. La resaca es en puridad el movimiento de las olas del mar después de haber llegado a la orilla. En este caso, el oleaje lo han provocado los más de cien colegas que, desde todo el mundo, llegaron a la UPO para el XXVII Congreso Iberoamericano y XXIV Congreso Internacional de Derecho Romano, a finales del pasado mes de marzo. El mérito es de ellos, vaya por delante. No es cuestión de reproducir aquí la excelente crónica que Anna Karabowicz y Carmen Cortés han firmado en la Revista Internacional de Derecho Romano ( https://doi.org/10.17811/ridrom.1.30.2023.516-531 ), tampoco de repetir discursos ya pronunciados, más o menos convencionales. Éste es más bien el lugar de ver lo que nos ha dejado la marea alta, qué cosas ha arrojado el mar bravío de marzo, ahora que ha pasado un mes y se puede hacer balance desde una cierta distancia. Lo prim